viernes, agosto 03, 2012

Recién muertos

Más libros de zombies. Copipego:



 Cómo nació:


    Recién Muertos es un proyecto amateur independiente arrancado por algunos autores que han logrado publicar algunos relatos en otras antologías de este tipo, antologías que han tenido bastante éxito de ventas y que han sido muy difundidas.
     
    Las editoriales suelen retribuir a sus autores únicamente con un par de volúmenes de su propia obra, quedándose con todos los derechos de los relatos, además de no informar en absoluto sobre la difusión del libro, que al final es para lo que uno se embarca en estas aventuras.


    Todo esto nos animó a crear nuestra propia antología, con relatos propios y de otros autores que conocemos, aunque en algún caso no se dedican al genero Z. Algunos eran reacios a este tipo de literatura, pero finamente los convencimos y sacamos a la venta nuestro primer libro por autoedición en impresión bajo demanda. Como curiosidad, incluso hemos diseñado nuestra propia portada.


    A partir de ahí, creamos una cuenta de twitter (@recienmuertos), y también un blog (no demasiado convencional) de temas "relacionados" con zombis (http://recienmuertos.wordpress.com/).


 Actualmente está en venta en:


        La Trastienda Z --> http://latrastiendaz.com/novelas-y-guias/87-recien-muertos-9781471697494.html
        Lulu (papel) --> http://www.lulu.com/shop/lucas-l-lair/reci%C3%A9n-muertos/paperback/product-20243378.html
        Lulu (pdf)      --> http://www.lulu.com/shop/lucas-l-lair/reci%C3%A9n-muertos/ebook/product-20245453.html
        Amazon (kindle) --> http://www.amazon.es/Reci%C3%A9n-Muertos-Spanish-Edition-ebook/dp/B008IV9XCO/ref=sr_1_14?s=books&ie=UTF8&qid=1342948052&sr=1-14


    La Trastienda Z es una tienda online asociada al foro The Walking Dead. Ellos tienen varios ejemplares en depósito por lo que todo va algo más rápido. El precio incluye impuestos. Esta asentada en Cataluña así que puede que sea la opción más rápida y barata.


    Lulu es una editorial online que vende libros bajo demanda. Los libros no tienen una tirada previa sino que se van imprimiendo según los pedidos que se van realizando. El importe que se muestra va sin impuestos y sin gastos de envío.




    Autores:


        El titiritero --> Andy Carroll
        República Z --> Valverdikon
        Hypnofat --> John Beckinstain
        El superviviente --> Jeremy Steels
        Huida en las profundidades --> Antonio García
        La historia de cómo los zombis salvaron el mundo --> Javier Alonso Ruiz
        Cuaderno de bitácora --> Lily Seawolf
        Dentro y fuera del armario --> Macabea
        La casa de la colina --> Roberto Torres
        La última esperanza --> Ivory Pipe
        Sed --> Ilrion
        Zombis anónimos --> Fedmahn Kassad




    La contraportada:


    "Todos hemos soñado alguna vez con zombis. Sueños inquietantes y angustiosos donde estos terroríficos seres nos persiguen, nos acosan, nos rodean, nos atrapan y finalmente… En este punto solemos despertar sobresaltados y bañados en sudor.


    Recién Muertos es una recopilación de algunas de estas pesadillas en forma de originales y emocionantes relatos. ¿Cómo te comportarías si un día te despertaras siendo un muerto viviente y te obligaran a asistir a tu primera sesión de Zombis Anónimos? ¿Y si un grupo terrorista decidiera realizar un atentado biológico con un nuevo virus en la mina en la que trabajas? ¿Podría un vampiro de la vieja escuela sobrevivir a un Apocalipsis Zombi? ¿Y un grupo de niños encerrados en su colegio sin poder contar con la ayuda de los adultos? ¿Qué ocurriría si una noble dama del medievo fuera asediada en su propio castillo por una legión de cadáveres andantes?


    Adéntrate en estas páginas para vivir estas y otras aventuras que te pondrán en la piel de supervivientes y zombis por igual

jueves, agosto 02, 2012

lunes, junio 11, 2012

Runners vs Zombies, Manga 59

¿Una carrera de cinco kilómetros a través del bosque, perseguido por zombies y salvando obstáculos?

Sentía bastante curiosidad por ver cómo iba a ser la Runners vs Zombies Collserola Edition. Puesto que últimamente me ha dado por córrer y he recuperado algo de forma, incluso cambié los entrenamientos de las últimas semanas para adaptarlos a una carrera más centrada en el sprint puntual que en la resistencia de fondo. Me planteé llegar a practicar fintas, pero me conozco demasiado bien y sabía que eso habría acabado con lesión en el tobillo. Sea como fuere, nos habíamos apuntado unos cuantos descerebrados de twitter, y la cuestión era pasárselo bien.

Justo una semana antes se había celebrado la Runners vs Zombies en Madrid, así que visité algunos videos de la carrera para saber de qué iba el percal.

Claro que en Barcelona tendría que haber algunas diferencias. La carrera, en Madrid, se corría en El Pardo, y eso parecía un eral, un desierto apocalíptico. En Barcelona iba a ser montañoso. Pero tampoco creía que fueran a cambiar muchas cosas.

Así que llegó mi primer preocupación: el agua. En un video, vi que situaban un tanque de agua por donde los corredores debían pasar sí o sí. No es que sea un gremlin ni que tema una piscinita que llega hasta las rodillas. Es que inhabilitaba todo tipo de aparato electrónico por peligroso. Ni cámaras de fotos, ni de video, ni por supuesto iphones. No me iba a arriesgar a estropearlos por una carrerilla. El día que haya un apocalipsis zombie ya los cargaré conmigo, pero este domingo, no.

El día de la carrera, nos vamos encontrando los twitteros corredores (@floydbrush, @alexsantalo, @adriaserra, @laiamarques, @CapitanUrias & wife;  i un servidor de vostès, el @DoctorMoriarty) en el baixador de Vallvidrera. Ya hay algo que falla: aquí dónde hay que ir, qué hay que hacer, cuándo hay que empezar.

Las taquillas son un tenderete de guardarropía, donde dejamos bolsas y (lo que me jode más), cámaras de fotos. 

Toca esperar a que llamen a los de nuestra manga. Mientras tanto, mucha gente disfrazada: algunos de militares, otros de pallasos, incluso un párroco con crucifijo que reza el padrenuestro antes de empezar a correr. A este nos los encontraremos al final de la carrera, ya sin el alzacuellos y bien muerto.

Estiramientos, algo de nervios (al menos yo, que tenía ganas de empezar a correr) y nos llaman para las instrucciones.

Bien, las instrucciones son un pestiño. Un tipo vestido de soldado nos dice que no hagamos trampas y que si somos unos bravucones acabaremos muertos en cien metros. Añade que hay obstáculos a lo largo de toda la carrera que habrá que salvar, y que si no queremos hacerlos tendremos una penalización de 10 segundos. Y que es posible que encontremos alguna vida durante el circuito.



Poco más tarde veremos que lo que acaba de decir es una auténtica chorrada.

Empieza la carrera y a los cincuenta metros nos encontramos a dos chicas zombies (me dicen que una es @carlagoon, pero no la conozco). Sorteamos fácil y entramos en pleno bosque. En la primera curva ya hay unos cuantos zombies gimiendo y moviéndose lentamente. Un oficinista, una novia, qué sé yo, tampoco me paré a mirarlos mucho. Subimos una cuesta y el grupo hace el típico frenazo del pasaje del terror: pasa tú primero, no pasa tú, no tú, no pasa tú primero. Total, que en medio de un senderillo empinado los zombies empiezan a perseguirnos desde atrás. 

Pero no hay problema, el grupo reemprende la marcha y seguimos subiendo y esquivando muertos vivientes. Hasta aquí, más o menos todos vivos. Y es divertido, qué demonios. 

El grupo lo formamos unas veinte personas, sobre los veintyalgo y los treintaypocos. Hay alguna chica más joven y un par que no cesan de repetir: yo voy despacito, yo voy despacito.

Pronto comprobamos que, en esta carrera, de correr, más bien poco.

Seguimos avanzando por el bosque de subida ya caminando. Pocas veces abandonaremos este ritmo. La cuesta se hace dura y el sol empieza a apretar. Subimos, subimos y subimos. Dejamos atrás el bosque y cogemos un camino de ascenso interminable. Pasamos por debajo de unos cordeles mal atados (¿primera prueba?) y llegamos al punto más alto del recorrido. 

Allí nos espera un zombie con traje que intenta arrancarnos las vidas.

Vale, imperdonable. No os lo había explicado. Llevamos un cinturón con tres cintas de celofán rojo que sirven como vidas. Tienes que llegar al final de la carrera al menos con una. No las puedes esconder. Yo soy bastante pánfilo y las dejo colgando alrededor de la cintura hasta las rodillas. Un reclamo para zombies, vaya. En mi grupo son bastante más espavilados y las doblan para que solo sobresalgan un poco de la camiseta. Qué poco preparado estoy para el apocalipsis.

A partir de entonces, casi todo el rato es bajada, a pleno sol. Los zombies se concentran en hordas, y entre horda y horda puede haber hasta dos quilómetros de camino solitario por el que vamos andando y charlando. Solo nos falta el fuet y los tuppers con la tortilla de patatas.

Nos cruzamos con la horda zombie capitaneada por @Skyblasc. No le reconozco hasta que no grita Autor, autor! a nuestro paso. Me detengo a esperar a los compañeros. He sido el primero en pasar y puedo girarme a saludar al zombie. Pero ya no es el Skyblasc que conocemos...

Un miembro de la organización nos dice que nos hemos saltado una prueba. Se trata de un montón de balas de paja que hay que subir y bajar. No la habíamos visto porque estaba en un lateral del camino. Claro, no lo pueden bloquear por las ambulancias. Si no quereis pasarlo perdereis diez segundos.

La regla estúpida de los diez segundos. ¿Qué sentido tiene perder tiempo en una carrera en la que no te están cronometrando y que haces paseando? 

Luego bebemos algo de agua de garrafón caliente que tienen en el suelo (y donde hay más posibilidades de infectarte que con el mordisco de un zombie) y seguimos el circuito.

Andar, andar, andar. Nos avanzan algunos corredores muy pro de grupos que han salido después que nosotros. Al mismo tiempo, damos alcance a corredores de grupos anteriores. 

En el primer quilómetro y medio, y tras un desafortunado incidente con otro corredor que me precipita a los brazos de un zombie, estoy muerto.

Primero me jode, porque quería acabar la carrera vivo. Pero al cabo de un rato le descubro las ventajas. Puedo pasar corriendo entre los zombies igual y estos te acecharán como si estuvieras vivo, pero ya no tienes nada que perder. Es todo mucho más relajado. Sirvo como cebo y distracción para que los corredores que quedan vivos en mi grupo pasen sin problemas. 

El agua seguía sin llegar. Ni llegaría. El resto de pruebas se limitaron a saltar unos neumáticos. De las vidas que posiblemente habría en el camino, ni rastro, ni falta que hacía. 

Lo que más miedo daba eran aquellos zombies que se quejaban con voz lastimosa: eh, que si no quereis jugar con las reglas, no haberos apuntao. O los que gritaban: por los lados no vale, por el centro, por el centro!

Luego había algunos ultramotivadísimos. No eran zombies, eran infectaos. 

Mención especial al corredor que estaba lesionado en mitad de la pista, atendido por una compañera. Al acercarte a atenderlo, se daba la vuelta y tenía todo el morro manchado de sangre y te perseguía para zamparte. Bien.

Claro que cuando vimos a otro corredor en el suelo, lo primero que hicimos fue sospechar. Pero no, este había sufrido un golpe de calor o vete a saber qué. La chica que le cogía sus piernas en alto decía: ha sido del susto. Pues eso.

Todos esperábamos una auténtica masacre zombie al final de la carrera. Un campiquipugui de muertos vivientes. Eso pasaría después de atravesar un túnel (la gran sorpresa, absolutamente a oscuras, realmente terrorífico), si bien no sería en un descampado sino en un claro del bosque. Allí, los últimos zombies eran mucho más agresivos y te perseguían con ahínco. Vi a alguno de mis compañeros volar por delante de mi y casi perder los dientes (¿verdad, Capitán Urías?). Vi gente gritar y correr por su vida. Vi un niño zombie chillando a los corredores (premio para él, también). Vi caídas, vi héroes, vi cobardes, vi a Darth Vader. Ese sprint final fue realmente divertido.

Lástima que, al entrar en la meta, todo quedara un poco deslucido. Sin épica. Llegabas corriendo mientras un speaker mataba el tiempo. Te daban una bolsa con una camiseta y publicididad del DVD de The Walking Dead, un Aquarius, una barrita de cereales, una manzana y a casa. Ningún tipo de ránking ni nada de nada. Calculé que habíamos recorrido 6,39km, en lugar de los 5 que habían anunciado. Tiempo total, una hora de paseo.

Divertido, pero quizá algo mal organizado. Eso se soluciona con la práctica, sin embargo,

Y después del apocalipsis de la manga 59, una cervecita para celebrarlo.


jueves, octubre 13, 2011

Zombin Laden: The Axis of Evil Dead


Espectacular. Bravo. En la línea de los trailers de Grindhouse. Ahora que no hagan la película y la caguen, como hicieron con Machete.

miércoles, marzo 02, 2011

La guerra de la doble muerte

Creíais que ya lo habías leído todo sobre zombies, ¿verdad?
¿Y si pudieran razonar? ¿Y si pudieran hablar? ¿Y si lo único que les separa de nosotros es el Hambre, esa rata negra en el estómago que les empuja a comer carne humana? ¿Y si intentaran luchar contra sus impulsos? 



Este viernes, en FNAC La Maquinista, podréis hacerle todas estas preguntas al autor de La guerra de la doble Muerte, Alejandro Castroguer.

Este humilde Doctor vuestro hará de anfitrión.

FNAC La Maquinista, Viernes 4 de marzo, 19:30h. We Love Zombies!

viernes, febrero 25, 2011

Zombie tattoo

Hay que estar enfermo para tatuarse al Pep Ferrer Zombie en... ¿culo o codo?

lunes, septiembre 13, 2010

Envíamela al infierno

Una chica en apuros rodeada de zombies. Eres un repartidor. Te pide una pizza. ¿Serás capaz de llevársela?

jueves, julio 22, 2010

Walking Dead se acerca (a un ritmo renqueante)

Hola, amiguetes de los no muertos.
Como habreis deducido, este blog está medio zombie mientras dura la epidemia de basura sobre muertos vivientes. Es una lástima, pero supongo que cuando la cosa se calme, reemprenderemos nuestro sendero.

Eso sí, preparaos para octubre porque este blog os va a traer un sorpresón literario. 

Y no digo más...

sábado, marzo 06, 2010

Mata zombies en pijama!!!

Otro de esos imprescindibles juegos para joder el botón izquierdo de tu ratón.
Muertos vivientes al más puro estilo Ussain Bolt te persiguen por la calle mientras huyes en pijama.
A disfrutar!


Play Games at AddictingGames

viernes, febrero 05, 2010

Los días oscuros (Apocalipsis Z), de Manel Loureiro



Ante la implacable horda de zombies que asola el mercado editorial, lo mínimo que podemos exigir a una novela sobre muertos vivientes es:

1) Que use algún recurso estílisco o formal nuevo o poco explotado.
2) Que explique cosas diferentes.

Hay tantas historias de cadáveres con hambre que uno de los dos requisitos puede hacernos decantar por una de ellas.

Y así sucede en el caso de Los días oscuros, de Manel Loureiro.

Los días oscuros narra la llegada a Tenerife de los supervivientes de Apocalipsis Z (no os preocupeis, yo no leí el primer libro pero no me ha hecho perder un solo detalle de este). Las islas parecen ser el último refugio de la civilización, un lugar libre de no muertos donde poder iniciar una nueva vida.
Pero en este mundo dominado por los merodeadores, las reglas han cambiado.

La novela de Loureiro está más cerca del Aliens de Cameron que de La noche de los muertos vivientes, y eso me gusta. El autor apuesta por la acción des de la primera página, y no para de poner en aprietos a los protagonistas hasta el punto de infiltrarlos en un escuadrón militar de incursión y asalto. No es tanto una historia de gente acorralada como una action movie (o action book) adrenalínica que es imposible soltar.

Pero además, Los días oscuros contiene uno de los dos requisitos para destacar. Concretamente el segundo. De telón de fondo al principio (y con un protagonismo escalado en el relato), vemos una guerra civil que ha nacido en el apocalipsis. Quizá es de lo que más he disfrutado en la lectura: la idea de dos facciones enfrentadas en un odio mucho más profundo incluso que el que pueda sentir un zombie. Las referencias a la familia real o a Esperanza Aguirre atan la historia a la realidad y la convierten en algo pausible (dentro de todo lo pausible que es siempre un cuento sobre muertos vivientes) y cercano. Y esto no lo puede conseguir cualquier novela de zombies. No nos engañemos, que una de las facciones reciba el nombre que recibe y por qué heredero lo recibe (no lo desvelaré, es mejor mantener la incógnita hasta su lectura) es muy gracioso y una de las grandes ocurrencias de Loureiro.



Como puntos débiles (por citar algunos), lo hinchada que está la historia de Lucía en las islas o un breve capítulo algo incoherente al inicio donde se nos narra un episodio desde el punto de vista de un zombie (y que por fortuna no se repite).

Por lo demás, Los días oscuros es ágil, divertida y terrorífica, con un dúo protagonista muy carismástico y sacia la sed de cualquier buen amante del género.

martes, febrero 02, 2010

Zombieland, de Ruben Fleischer

La respuesta americana a los Beatles fueron... ¿los Beach Boys? ¿los Monkees?
No lo sé, nunca lo he tenido muy claro.
Lo que sí tengo por seguro es que la respuesta americana a la británica (y brillante) Shaun of the Dead es Zombieland.
Es decir, aprovechemos que hay una pasa de moda zombie (obviemos que gente que ahora aplaude este tipo de films hace cuatro días los aborrecía) y que en UK han hecho una comedia con muertos vivientes para hacer algo similar aunque con mucho más rock'n roll.
En ese sentido, Zombieland es la respuesta perfecta.
Sin llegar al nivel de la película de Simon Pegg (al fin y al cabo, ese era un film de género que respetaba las coordenadas preestablecidas y sus clichés para darles la vuelta... y este no), Zombieland es una gran y divertidísima road movie con personajes extravagantes que se beneficia de tres factores:
  • Un sentido del humor fresco y nada encotillado.
  • Una dirección que sabe lo que quiere y lo que quiere es bueno (la planificación de la película se nos devela como uno de sus puntos fuertes).
  • Unos actores con química. En especial, el temporalmente recuperado Woody Harrelson y Jesse Eisenberg.
Así, Zombieland es una película de Judd Apatow (pero de las buenas, como Virgen a los 40 o Supersalidos) con zombies, llena de grandes ideas (los nombres propios como Estados de los USA, las reglas de supervivencia herederas de Max Brooks...) y momentos de alto vuelo descacharrante (Bill Murray, vamos).

Zombieland, sin embargo, no está tan lejos de los clásicos como parece.

Al fin y al cabo, si a Romero le quitamos su cabaña perdida en la nada, su centro comercial y su base militar... ¿qué nos queda sino que un gran y abandonado parque de atracciones?

lunes, febrero 01, 2010

JD Salinger ha vuelto a morir

Sí, amigos de lo putrefacto, recientemente (que es como decir que me da pereza mirar la fecha en google) el escritor JD Salinger ha traspasado y nos ha dejado.

Sin embargo, todas esas reseñas en las que se destacaba su ostracismo no eran tales. Como buen muerto en día que fue, Salinger nos dejó no solo "El guardián entre el centeno", sino el gozo de reconocerle como el primer zombie romeresco de la historia del cine.

¿O acaso no le recordais en el cementerio?

JD Salinger, ensayando.


JD Salinger, en el papel de escritor zombie con hambre antropófaga.

jueves, octubre 22, 2009

Berto contra los zombis

"En un mundo devastado, sobreviven dos amigos. Quizás los últimos supervivientes. No son héroes. No son valientes. No son atractivos. Tampoco demasiado inteligentes. Como esperanza para la humanidad no es muy alentador. Se pasan la mayor parte del tiempo en el balcón, disparando a los zombis. Y el resto del tiempo… hablan. En eso ha quedado el Apocalipsis: dos tipos mediocres diciendo tonterías."

sábado, octubre 17, 2009

Infectados (Carriers) de Álex & David Pastor

El mayor riesgo que puede afrontar Infectados son las expectativas del público que pague la entrada. Tras una campaña promocional enfocada hacia el terror en su vertiente más zombiesca, el espectador se encontrará con un film diferente a lo que los trailers habían vendido.

Todo depende de la predisposición de aquel que se siente cómodamente en la butaca y acepte o no jugar a un juego diferente.

Un juego cruel, duro y más exigente que el que nos vendieron en la tienda.

Infectados es un peliculón de inicio a fin. Los hermanos Pastor nos meten de lleno en una historia apocalíptica sin más explicaciones ni preámbulos que nuestros propios temores. Como en La noche de los muertos vivientes, no necesitan crear antecedentes ni razonar el origen de una plaga que está asolando la humanidad: los personajes ya viven (y conviven y mueren) en ella.

Lo que vamos a presenciar es una historia aislada dentro de una gran Historia que se nos muestra lejana, que podemos componer indirectamente a través de conversaciones y escenarios, de detalles como los carteles en gasolineras e institutos abandonados. No hay televisiones ofreciendo las causas. A lo sumo, un predicador radiofónico que es la prueba viviente (y muriente) que todos estamos condenados. Todo el mundo muere, como dice uno de los personajes del film al inicio.

De pequeño leí La danza de la muerte, de Stephen King. De hecho, es la única novela que me ha producido pesadillas realmente aterradoras. Viendo Infectados, podría bien tratarse de una historia paralela a aquella, un spin off autónomo y sólido, tan desgarrador como la novela de King. No es baladí que el maestro del horror (maestro al menos en sus buenos años, de finales de los setenta a mediados de los ochenta) recomiende ahora fervientemente Infectados. Lo que no es poco.

Pero los hermanos Pastor no se quedan ahí. Han visto cine, y mucho. Y eso se nota en la película. Mad Max, de George Miller, era un western futurista ambientado en un mundo donde la gasolina escaseaba y las bandas de criminales pirateaban por carreteras interminables. Max Rockatansky (antes de convertirse en el nuevo héroe que Tina Turner necesitaba) era el policía/vaquero que primero combatía los locos del canonball y luego montaba en cólera (ese plano del zapato del niño rebotando sobre el asfalto) para iniciar una furiosa venganza. En el inicio de Infectados, el coche robado que conduce el cuarteto protagonista lleva pintado en su capó Road Warrior, que era el mote del personaje de Gibson en la trilogía australiana. Una simple pincelada que nos define el mundo en que nos han metido: un lugar apocalíptico, sembrado de larguísimas lenguas de asfalto, pero a la vez consciente de su ligamen con un mundo real, anterior, que se resisten a perder.

Y he remarcado lo de coche robado porque ese es otro de los aciertos del film. Los protagonistas no son perfectos americanos dispuestos a salvar el mundo. El personajes de Chris Pine (Kirk, en Star Trek, ojo) es un impresentable, el típico gilipollas que nos haría cambiar de acera si nos cruzáramos con él en un callejón oscuro. Así, Infectados desprecia (afortunadamente) el perfil mainstream en el que podría haber caído con un protagonista guapo y buena persona sufriendo por salvar a los suyos y, por extensión, a América. A cambio, nos ofrece un punto de vista diferente y nos plantea ciertos dilemas y puntos de inflexión a través de la dialéctica con su hermano menor, más reservado, en principio más inocente y solidario. Cualidades que se muestran inútiles en un mundo egoista devastado por la pandemia. ¿Qué haríamos nosotros en su situación? ¿cómo reaccionaríamos?

Resulta curioso que el primer largo de los hermanos Pastor sea una road movie sobre dos hermanos y su relación entre ellos. Que los personajes estén tan bien construidos, para ser una ópera prima (aunque Álex ya demostró un talento descomunal con su corto Larutanatural, y me queda por ver Orson, de David), y la historia tenga una idea tan clara de donde viene y a donde va no deja de ser una carta de presentación perfecta y una promesa de futuro esperanzadora.

Un futuro esperanzador que es el que no tienen los protagonistas de Infectados. Porque olvidaos de zombies, de criaturas hambrientas de sangre y de disparos a la cabeza. Los Pastor dejan las cosas muy claras: vivimos en un mundo que requiere sacrificios, y solo nosotros decidimos si vivimos y morimos solos.

El Doctor, flanqueado por Álex y David Pastor.