Ante la implacable horda de zombies que asola el mercado editorial, lo mínimo que podemos exigir a una novela sobre muertos vivientes es:
1) Que use algún recurso estílisco o formal nuevo o poco explotado.
2) Que explique cosas diferentes.
Hay tantas historias de cadáveres con hambre que uno de los dos requisitos puede hacernos decantar por una de ellas.
Y así sucede en el caso de Los días oscuros, de Manel Loureiro.
Los días oscuros narra la llegada a Tenerife de los supervivientes de Apocalipsis Z (no os preocupeis, yo no leí el primer libro pero no me ha hecho perder un solo detalle de este). Las islas parecen ser el último refugio de la civilización, un lugar libre de no muertos donde poder iniciar una nueva vida.
Pero en este mundo dominado por los merodeadores, las reglas han cambiado.
La novela de Loureiro está más cerca del Aliens de Cameron que de La noche de los muertos vivientes, y eso me gusta. El autor apuesta por la acción des de la primera página, y no para de poner en aprietos a los protagonistas hasta el punto de infiltrarlos en un escuadrón militar de incursión y asalto. No es tanto una historia de gente acorralada como una action movie (o action book) adrenalínica que es imposible soltar.
Pero además, Los días oscuros contiene uno de los dos requisitos para destacar. Concretamente el segundo. De telón de fondo al principio (y con un protagonismo escalado en el relato), vemos una guerra civil que ha nacido en el apocalipsis. Quizá es de lo que más he disfrutado en la lectura: la idea de dos facciones enfrentadas en un odio mucho más profundo incluso que el que pueda sentir un zombie. Las referencias a la familia real o a Esperanza Aguirre atan la historia a la realidad y la convierten en algo pausible (dentro de todo lo pausible que es siempre un cuento sobre muertos vivientes) y cercano. Y esto no lo puede conseguir cualquier novela de zombies. No nos engañemos, que una de las facciones reciba el nombre que recibe y por qué heredero lo recibe (no lo desvelaré, es mejor mantener la incógnita hasta su lectura) es muy gracioso y una de las grandes ocurrencias de Loureiro.
Como puntos débiles (por citar algunos), lo hinchada que está la historia de Lucía en las islas o un breve capítulo algo incoherente al inicio donde se nos narra un episodio desde el punto de vista de un zombie (y que por fortuna no se repite).
Por lo demás, Los días oscuros es ágil, divertida y terrorífica, con un dúo protagonista muy carismástico y sacia la sed de cualquier buen amante del género.
1) Que use algún recurso estílisco o formal nuevo o poco explotado.
2) Que explique cosas diferentes.
Hay tantas historias de cadáveres con hambre que uno de los dos requisitos puede hacernos decantar por una de ellas.
Y así sucede en el caso de Los días oscuros, de Manel Loureiro.
Los días oscuros narra la llegada a Tenerife de los supervivientes de Apocalipsis Z (no os preocupeis, yo no leí el primer libro pero no me ha hecho perder un solo detalle de este). Las islas parecen ser el último refugio de la civilización, un lugar libre de no muertos donde poder iniciar una nueva vida.
Pero en este mundo dominado por los merodeadores, las reglas han cambiado.
La novela de Loureiro está más cerca del Aliens de Cameron que de La noche de los muertos vivientes, y eso me gusta. El autor apuesta por la acción des de la primera página, y no para de poner en aprietos a los protagonistas hasta el punto de infiltrarlos en un escuadrón militar de incursión y asalto. No es tanto una historia de gente acorralada como una action movie (o action book) adrenalínica que es imposible soltar.
Pero además, Los días oscuros contiene uno de los dos requisitos para destacar. Concretamente el segundo. De telón de fondo al principio (y con un protagonismo escalado en el relato), vemos una guerra civil que ha nacido en el apocalipsis. Quizá es de lo que más he disfrutado en la lectura: la idea de dos facciones enfrentadas en un odio mucho más profundo incluso que el que pueda sentir un zombie. Las referencias a la familia real o a Esperanza Aguirre atan la historia a la realidad y la convierten en algo pausible (dentro de todo lo pausible que es siempre un cuento sobre muertos vivientes) y cercano. Y esto no lo puede conseguir cualquier novela de zombies. No nos engañemos, que una de las facciones reciba el nombre que recibe y por qué heredero lo recibe (no lo desvelaré, es mejor mantener la incógnita hasta su lectura) es muy gracioso y una de las grandes ocurrencias de Loureiro.
Como puntos débiles (por citar algunos), lo hinchada que está la historia de Lucía en las islas o un breve capítulo algo incoherente al inicio donde se nos narra un episodio desde el punto de vista de un zombie (y que por fortuna no se repite).
Por lo demás, Los días oscuros es ágil, divertida y terrorífica, con un dúo protagonista muy carismástico y sacia la sed de cualquier buen amante del género.