viernes, diciembre 21, 2007

Soy Leyenda, de Francis Lawrence



Tener buena caligrafía no te hace buen escritor. Ese es el axioma que debería aplicársele a Francis Lawrence, en su segundo largometraje.

Francis Lawrence demuestra tener buen pulso narrativo, capacidad para crear tensión e imaginación desbordante para desarrollar atmósferas, pero por el camino se deja lo más importante: la esencia.

Constantine, la adaptación del comic Hellblazer, es una película inquietante y bien contada, pero que desposee el personaje de Gaiman de toda su naturaleza marginal. Soy Leyenda es un cuento bien explicado, que destruye el principal valor de la base literaria de Matheson: no hay debate sobre lo bueno y lo malo, lo monstruoso y lo colectivo.

¿Que queda en Soy Leyenda, pues? Un film con tantos aciertos como defectos.

En el capítulo de fallos encontramos:

Falta de respeto por la obra original. Hasta el extremo que ni siquiera el título llega a cuadrar con lo que explica la película. En la novela, Neville es leyenda para los vampiros; en la película, para los humanos.

Maldita extinción, ya no tengo comentarios en el blog.

Demasiado ordenador. He leído por ahí que Lawrence empezó a rodar usando a humanos con prostéticos , pero que los cambió por criaturas generadas por computadora porque no le parecían convincentes. El resultado es deplorable. No solo se notan los efectos digitales (lo que a día de hoy se considera pecado), sino que la concepción vampírica es de pena: gollums calvos de metro ochenta con ropas rasgadas, saltimbanquis silenciosos a medio camino entre zombies y los robots de Yo, Robot (a todas luces, muy superior a esta, aunque también se desviara lo suyo de Asimov). Odio realizar comparaciones entre cine y literatura, porque considero que son dos artes que pueden aportar perspectivas diferentes a una misma historia, pero es una lástima que destrozaran el planteamiento de Matheson de mantener cierto grado de humanidad en los vampiros (Ben Cortman llamando a la puerta de Neville, noche tras noche), para convertirlos en figuras anónimas que obedecen a un vampiro macarra de mandíbulas gigantescas, que solo gruñe y se golpea la cabeza con cristales.

El final. Aproximadamente desde la aparición del Deus Ex Machina. No lo revelaré, pero indigna.

En el de puntos positivos:
Una primera hora magistral, que recuerda a Náufrago de Zemeckis, con Will Smith en plan Hanks en medio de Nueva York. Los planos muy abiertos, la sensación de soledad, la caza de los ciervos desde el coche, los maniquíes vestidos por las calles. El guión de Akiva Goldsman recoge ideas de la kitsch Omega Man y Lawrence las mejora. Hay tensión bien mantenida, se perfila el personaje de Neville con claridad y acojona en pasajes como el primer encuentro con los vampiros. Esa escena en el edificio oscuro en busca del perro recuerda a REC, pero mucho más terrorífica.

Maldito correo comercial, cada vez más violentos llamando a la puerta.

El mensaje en la botella. Me llamo Robert Neville...

Will Smith. Que pese a quien le pese, es un tipo que no solo me cae bien sino que me gusta como actor. Aquí es capaz de aguantar el tipo en la parte del metraje en la que aparece solo. Quizá su papel recuerda demasiado al de Yo, Robot (quizá no, quizá con el tiempo no sabré distinguir un film del otro, y mezclaré un Nueva York devastado por vampiros robotizados que visten Nike y conducen Audis mientras se conectan con el Apple), pero su trabajo se sustenta tanto en el carisma como en la interpretación, y en Soy Leyenda cumple de sobras.

La relación con Sam. Que es una perra mucho más humana que el señor Wilson (recordad aquella pelota con ojas de palmera como pelos), y que humaniza el primer tramo del film, incluyendo escenas como la del baño con música de Bob Marley o el ataque de los perros vampiro.


Y en el apartado de cosas que no sé si me han gustado o no: ¿Por qué los vampiros a veces son mortalmente silenciosos y a veces parecen ratas chillando en un microondas?


Tambien es posible que mi opinión se vea influenciada por el ambiente próximo a la misantropía que despedía la sala de cine. Eruptos con olorcillo a chorizo, palomitas extracrujientes, audiocomentarios simultáneos de tres o cuatro personas en cada escena, pataditas en el respaldo, politonos de teléfono móbil, meneo de cubitos y sorber de pajitas, entre otras lindezas, fueron los responsables que me pasara toda la proyección dudando si el virus que ha convertido la población mundial en bestias de encefalograma plano que berrean y se mueven en manada no se había extendido ya.

6 comentarios:

Rafael P. dijo...

Coincido, aunque salí del cine más desilusionado que emocionado. Una lástima, porque podría haber sido más de lo que fue.

Anónimo dijo...

magnifica critica, solo un comentario el personaje john constantine lo creo alan moore en su etapa como guionista de swamp thing (la cosa del pantano) despues constantine protagonizo su propia serie, hellblazer.
Felicidades por el blog y felices fiestas!

william castle

Unknown dijo...

Gracias por la corrección!

Adso dijo...

Yo creo que esta película sigue la tendencia de mucho blockbuster americano, es decir, buen diseño de producción, unas cuantas escenas llamativas que quedan de miedo en el trailer y a la hora de la verdad, muy poca chicha. No fuí capaz de reconocer la novela de Matheson y discrepo en lo que dices de Will Smith. No digo que sea un mal actor, pero yo lo veo muy limitado, y en este caso le viene grande tanto metraje el sólo. El principio es muy bueno, pero a medida que comienza la rutina de salida de día, encierro de noche, la película cae en picado, sin llegar a mostrar la desesperación de Smith, o al menos, sin dar sensación real de paso repetitivo del tiempo. Lo peor del todo sin embargo son dos cosas:
1- Los flashbacks, especialmente ese que está contado en dos partes (a pesar de que uno sabe de sobras esa segunda parte; un error de principiante).
2. El discurso sonrojante de Bob Marley.
La película es tan profunda como "El día de la independencia", y eso que partía de un verdadero estudio psicológico del ser humano en tiempos de supervivencia como es la novela. Una pena.

Anónimo dijo...

mi amiga y yo fuimos al cine despues de haber leido el libro y la verdad que las dos salimos con la sensacion de que akello solo coincidia en dos cosas con el libro. El titulo y el nombre del actor.
Me parece mucho mas posible o creible que pasara lo relatado en el libro, pero en la pelicula?? por ke will es inmune?? y por ke will es leyenda para todos los hombres??? si solo paso en america???
No se, pero mi sensacion es ke han americanado y cambiado la pelicula para que sea mas takillera.
Por cierto enhorabuena por tu critica

Homo Insanus dijo...

Impecable análisis con el que coincido tanto que casi ni me lo creo (incluida la lanza partida a favor de Will Smith, que a mí también me parece un gran actor. Es gracioso que nadie se pregunte por qué el tío está donde está y cobrando lo que cobra, como Eddie Murphy, otro que tal: ¿por guapitos? ¿por simpáticos?, no, demonios, porque SABEN HACER SU TRABAJO, ACTUAR).

A mí sí me gustó "Yo, robot", y te lo dice un tío que lleva leyendo antologías y novelas de Asimov desde la adolescencia.

Felicidades por el blog, que he descubierto desde Zombi, ya tienes a otro lector :).